a propósito de, El Mundo en Rumbo de Colisión, deManfred Max Neef
Este Titiritero, saca
provecho de la inequidad, la desesperanza, el sufrimiento y la pobreza, la
utiliza para masificar sus ganancias explotando a una población vulnerable,
necesitada y oprimida por gobiernos déspotas que amañan las políticas a los
intereses de un Geppetto que quiere que gran parte de la población se
conviertan en máquinas sin sentimiento y
sin conciencia a su servicio por unas cuantas monedas, insuficientes para
solucionar sus necesidades básicas, estos son los mayores esclavos de la
humanidad en pleno siglo XXI.
Y al titiritero poco o nada le interesa sus
padecimientos, mientras sus instrumentos de poder, control y crecimiento estén dando resultado y si en algún caso pasan por periodos
de crisis estos son subvencionados y se buscan grandes cantidades de dinero para que salgan de la crisis, muchas veces a
costa de apretarle más el cinturón a los oprimidos, que terminan pagando los
platos rotos de la corrupción y la codicia de quienes manejan los hilos del
poder.
Que interesante que en
principio la divisa era la sal, que debía en muchas ocasiones sacar del agua,
en el futuro se le sacara la sal al agua que pasará en el futuro a ser un recurso escaso
que en principio parecía abundante e inagotable, es así que al igual que
cambian las formas, la nominación también cambiara, ya no será salario, se
llamará “aguario” (pago realizado
por un servicio o bien con agua), ya que un poco de agua costara más cualquier otro bien o piedra o
metal precioso, que al fin y al cabo es inútil para nuestra supervivencia, pero
con el agua podremos calmar la sed, es la esencial y es la que terminaremos acabando,
contaminando y salando.
No se nos haga extraño que un Monsanto,
patente en esta época una formula especial de H2O y por un plumazo se convierta
en la dueña del preciado líquido de todo el planeta y aunque tengamos ríos y
recursos hídricos se les tenga que pagar por usar su patente.
Y es que el afán
desmedido de un modelo económico desenterrado y del siglo XVII y que ha
conquistado al mundo pretende desconocer todos los demás sistemas, incluso uno
mayor, el ecológico, nuestro hogar con las consecuencias funestas de acabar con
él y ese podrá ser el destino de los
hijos sino despertamos del letargo en
que nos tienen las mass media, las comunicaciones están a la orden del día y
ocultan que a una parte de la humanidad
sometida bajo el mayor yugo mientras la otra parte se le mantiene idiotizada con
las mismas mass media, y una maraña intrínseca de distractores que cualquier
película de ficción se queda corta, de manera que estamos pagando un alto costo
por vivir en un mundo maquillado por grandes corporaciones, costo que
terminaran con el planeta.
¿La Pregunta es qué
podemos hacer?
Para ello tomo el último
párrafo de la conferencia de Manfred Max Neef, hay que aprender a derivar en
estado de alerta. Más que grandes cambios macro económicos debe haber un
despertar de la conciencia, y como dice
este premio Nobel de Economía, pasar de la eficiencia a la suficiencia y al
bienestar, y esta palabra es clave, pero para saber cuál es el bienestar hay
que tener una nueva conciencia, pues no debe estar cifrado en tener más y más
pues hay que aceptar los limites nuestros y de nuestro planeta, pasar de una
Económica de acumulación a una que esté al servicio de las personas, comprender
que crecer no es lo mismo que desarrollarse y que ningún interés económico está
por encima del bienestar del ser humano y de la vida.
La pelota está en
nuestro campo y todos somos jugadores si aprendemos a derivar en un estado de
conciencia, si abrimos los ojos, entre todos podemos cambiar este rumbo que
como el Titanic está a punto de encontrarse el iceberg, que sabemos que está
muy cerca, pero que al creernos súper hombres creemos que lo podemos enfrentar
sin hundirnos.
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