EL SABOR DE MI TIERRA GUAJIRA

domingo, 11 de noviembre de 2012

Poeta Guajiro, Efemerides, Rafael Aarón Morales


Efemérides, efemérides 

Hoy 11 de noviembre estaría cumpliendo 74 años de vida el filosofo Molinero; el escritor, pintor, escultor, compositor, Rafael Alfredo Aarón Morales (el Moli), quien murió un 28 de julio de 2006 y nos dejo un cráter en el alma y un enorme legado, literario, musical y humano; más de 200 libros inéditos, uno publicado, mas de 4.000 canciones inéditas, más de 40 grabadas por artistas reconocidos nacional e internacional, más de 100 pinturas, más de 500 dibujos, tres hijos y tres nietas, cuatro hermanas, y cuatro hermanos vivos, y miles de recuerdos y anécdotas que hacen que su paso por este mundo no sea olvidado. Hoy en su cumpleaños publicamos una corta biografía y recordamos dos de sus poesías del libro inédito “las ropas del espantapájaros”


Rafael ALFREDO Aarón Morales (El Moli)

Nació en El Molino, departamento de la Guajira, el 11 de Noviembre de 1938, Estudió Derecho en la Universidad Autónoma Latinoamericana en Medellín. y estudió Filosofía y Letras en La Universidad de Santo Tomas de a distancia.
En 1992 ganó el concurso Nacional de Cuento de la Contraloría General de la República, en el 2002 se gana el premio Departamental de Literatura con el libro de poemas “Al Sur del horizonte” Ha sido Presidente de la Asociación de Escritores de la Guajira. Director de la Revista Luciérnaga y Abogado litigante.
Publicó el libro Cuentos de autores Guajiros (1994). Posee inéditos ciento noventa y cinco libros de poesía; cinco libros de cuentos, una novela y una obra en tres tomos de Sicología práctica: Fronteras de lo imposible.

Se casó con Amparo Gallón, de dicha unión nacieron sus tres hijos, Rafael, Luz Nayibe y Enrique Eduardo
El sociólogo, escritor y editor, Abel Avila afirmaba que "este hombre es el poeta más prolífico del país. Sus versos constituyen reliquias históricas, y personales, que celosamente el autor cobija entre hojas. El, escribe en revistas y periódicos de la región y en todo lo que sirva como transporte del pensamiento. Es un individuo que trasplanta conocimientos, sensaciones y sentimientos a sus coterráneos".


Del libro las ropas del espantapájaros



Acoplado como había estado a su soledad
no daba la impresión de ser sino una sombra
a la que habíamos puesto entre el y yo
todo el peso de la tristeza encima 
la que nos hubo de doler…
por igual a los dos…

Después se fue él acostumbrando a ella
y yo a mirar a los tres
fundidos en un martirologio
que dio lugar a la figura perfecta
del espantapájaros.


Respecto a el
no se caen de su peso las cosas
y existe porque es
un tridimensional objeto
que gravita y proyecta su sombra.
Aunque no mueva un dedo
ni sea capaz de hacer
que cambien de estación
las golondrinas
              l
la clepsidra a llorar...
y ví como se derramaba
dentro de ella el tiempo.
Aquel que no tenía
para pasar
de la tristeza a la sonrisa.
Sabíamos que nadie
más que yo había visto
el color de sus sueños.
Pero algo en él decía
su actitud cuando a punto
de retomar el vuelo
el cielo gris volvía
a ser ese remanso de posibilidades
en que también de gris
alguien pintó sus pájaros,
no era entonces cuando
veía que caían
de su alma los hilos
que lo amarraron al silencio…
Quien era el
para llegar a descifrar
aquello que no comprendía …
Sabia que no sabia
y eso
fue
lo que se hizo merecer la condición de fuego.


Para empezar ese día
recogió algunas cosas:
un viejo recuerdo de entre tantos
que yacía frente al piano
pintado en la pared;
una ración de agua del mar
para sus peces (marinos por supuesto)
Y junto sus dos manos
comprendió que dos cosas
se juntarían jamás:
Su fuente con los horizontes
y estos estaban todavía tan lejanos!
Como es de suponerlo siguió el curso del día
como con quien un fusil
va disparando
cada ración del tiempo
que trata de escapar
y lo hiere de lesa eternidad;
metido dentro de sí mismo
cree que en pos del horizonte avanza
y se interpone a veces
en la luna
que demarca al camino
la luz redonda de la luna llena
y sabe que como él llena de cosas
tampoco hacia lugar alguno
avanza.
Entonces retrocede
y con él, lo hace el horizonte.
Termina así de convencerse
de que no se juntarán jamás.

ENTRE EL ODIO Y EL MIEDO.
Ese día el dolor del odio
envolvía todo el contorno del paisaje
y a tal punto
que llegó a estremecer
al roció que aun dormía entre las hojas.
A la intemperie sonreía al espantapájaros
de cuya frente apenas
se apartaban las sombras
de la aurora
reemplazadas por los rayos del sol
que emergía de entre las montañas.
También afuera
Se hizo patente el miedo
en las narices frías de los perros
que ladraban al unísono
como queriendo trasmitir
sus presagios al espantapájaros.
Era el tiempo en que vivíamos
que es el tiempo de hoy.
Atávico retazo
de una inconciencia nacional
en donde el moho del silencio
no es menos cómplice
que la nube de odio que regresa
de generaciones atrapadas
en un laberíntico pasado.

Cuando llegaron ellos,
un número que nadie
pudo escribir allí
en las palmas de sus manos
que crece aun
como siniestra sombra
a lo largo y ancho de este anémico país.
No queda más que una exhalación
vibrando en la intemperie,
suspiros fugitivos
batir nostálgicos de alas
y
...a c r i b i l l a d a
la corbata del espantapájaros